La sublimidad de nuestro ser se desprende de un corazón agradecido de nuestro Amado Señor y Salvador. La portada de este libro ha sido creación y diseño de mi amado hijo Axel Iván. Gracias hijo por tu intencionalidad en escoger cada detalle para enmarcar cuidadosamente el contenido de lo que representa ser “Suegras para la Gloria de Dios”. 

​

   Cada detalle plasmado en la portada nos revela el contenido de este libro. El lienzo en blanco representa nuestra vida.  El pincel es la obra del Espíritu Santo, quien trabaja en nosotros para resaltar colores y un diseño único en Cristo Jesús.

​

   La sombra contiene un mensaje glorioso: “Nuestra Identidad en Cristo”. Esto es captado en la revelación de la sombra del lienzo sobre el césped.  No es nuestra sombra la que deseamos ver revelada en este libro, sino que el lienzo de nuestra vida proyecte la hermosura de la Cruz.

​

   El terreno refleja el contraste de dos iluminaciones. El terreno con contraste oscuro representa nuestra vida antes de haber conocido el amor de nuestro Salvador Jesucristo. Nuestro color era velado y oscuro ya que el matiz denotaba las tinieblas en que vivíamos. El terreno que posee luz representa la evidencia de que nuestra vida ha sido transformada por el amor de Dios. Nuestra vida resplandece porque en Cristo Jesús hemos pasado de muerte a vida. Jesús derrama la luz de Su amor en nuestro lienzo para desarrollar una relación cercana con El.  La iluminación final nos lleva a contemplarnos en un espejo y visualizar en nosotros la belleza transformadora de la cruz. “Pero nosotros todos, con el rostro descubierto, contemplando como en un espejo la gloria del Señor, estamos siendo transformados en la misma imagen de gloria en gloria, como por el Señor, el Espíritu”. (2 Corintios 3:18).

​

   Finalmente agradezco a Dios por el preciado corazón de mi hijo, porque solamente un alma impactada por el glorioso Evangelio pudo captar con tanta sutileza la esencia de ser Suegras: Obras de Arte en manos de nuestro Dios.  Culmina el diseño de la portada, colocando una tierna pincelada personal que llena de gozo mi corazón. Una imagen del paisaje montañoso capturada desde los balcones del hogar de mis padres en mi amada Isla del Encanto. Esta portada es el resumen de este libro capturado magistralmente en imágenes: “Somos lienzos en espera de que Nuestro Señor plasme Su Precioso Evangelio en nuestra vida”.