A solo dos días del evento “Brunch entre Suegras” donde realizaré el Lanzamiento oficial de mi Libro Suegras para la Gloria de Dios, me encuentro ultimando varios detalles acompañada de mi nieta Alayza Sofía. Ella a su corta edad (solo tiene tres años) le encanta ser parte de todos los preparativos. Siempre tiene en sus labios “Aba, Alayza quiere ayudar”. Realmente me gozo de su compañía, de la seriedad con que me ayuda y el cuidado con que desempeña cada tarea que le he asignado. Pero hoy estuve muy conmovida. Mientras se encontraba a mi lado, la veo muy concentrada y comenzó a cantar mientras me ayudaba: “Jesus loves me”. Lo estuvo cantando por varios minutos, feliz y con un genuino amor porque ella sabe que esas tareas las estábamos realizando para servirle a nuestro Maravilloso Señor. Esos cánticos que salieron del interior de mi pequeña nieta son evidencias de gracia y el resultado del amor de Dios que provoca que esas alabanzas salgan de su boca.
Debemos ser intencionales en cultivar en nuestra vida diferentes disciplinas espirituales tales como la oración, estudio y meditación de la Palabra de Dios. Una vida que busca llenarse del Evangelio, reflejará a Cristo y por consecuencia se verá alineando un carácter diligentemente conforme a la voluntad de Dios. El cultivar disciplinas espirituales en nuestra vida aportarán al crecimiento de nuestra fe y reflejaremos el gozo de nuestra Salvación.
“Para definir nuestro carácter de mujer creyente debemos saturarnos de la Palabra de Dios para que sea la que conduzca nuestra manera de vivir. El llenarnos de la sabiduría de Su palabra nos llevará al conocimiento correcto y por consecuencia reflejaremos un gozo especial ya que hemos amado conforme al amor de Dios. Es un gozo que se traduce en acción de gracias ya que surgirá desde lo más profundo de nuestro corazón. Mientras más nos saturemos de Cristo, más evidencias de Su ejemplo emanará de nuestro interior. “Que la palabra de Cristo habite en abundancia en vosotros, con toda sabiduría enseñándoos y amonestándoos unos a otros con salmos, himnos y canciones espirituales, cantando a Dios con acción de gracia en vuestros corazones”. Colosenses 3:16 (Libro Suegras para la Gloria de Dios, página 139).
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