Recientemente dialogaba con mi amado esposo sobre el maravilloso regalo del Matrimonio. Una unión donde nos conectamos tanto física como espiritualmente. Una unión perfecta proveniente de las manos de nuestro Soberano Dios. Mi esposo (en el plano terrenal) es la persona que mejor me conoce. El conoce todo sobre mí: mis preferencias, mis alegrías, mis debilidades y fortalezas. En mi conversación con mi esposo le expresaba que no tengo pensamientos que él no conozca. Vivo agradecida de Dios por mi amado esposo ya que él es el amor de mi vida, mi confidente, mi mejor amigo y el esposo perfecto quien lidera mi hogar y mi corazón. Una unión perfecta que tiene como base el Inmenso Amor de Dios.
Quiero mencionar el maravilloso atributo de la Omnisciencia de Dios. El prefijo “omni” significa “TODO” por lo tanto, nuestro Dios TODO lo sabe (omnisciencia). La palabra TODO denota plenitud y totalidad. Cuando pienso en este atributo, mi mente me lleva al Salmo 139:1-2, “Oh Señor, tú me has escudriñado y conocido. Tú conoces mi sentarme y mi levantarme; desde lejos comprendes mis pensamientos”. En este Salmo David exalta los atributos de Dios, y no solo los reconoce, sino que los aplica en su vida. ¿Qué significa para ti como mujer creyente que Dios sepa todo sobre ti? ¿Qué efecto tiene el saber que Dios examina minuciosamente cada uno de nuestros pensamientos?
En el plano eterno, Dios es nuestro Señor y quien mejor nos conoce. Somos Su Creación, especialmente bendecidas con Su Imagen y Semejanza. Nada podemos ocultarle porque hasta el más profundo de nuestros pensamientos Dios lo conoce. Él comprende nuestras luchas y debilidades. “Y no hay cosa creada oculta a su vista, sino que todas las cosas están al descubierto y desnudas ante los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.” Hebreos 4:13. En nuestros momentos de angustia, donde casi no podemos articular palabras, nuestro Dios sabe exactamente lo que está en nuestro corazón. “Aun antes de que haya palabra en mi boca, he aquí, oh Señor, tú ya la sabes toda” Salmo139:4. Él está al tanto de como batallamos con áreas de debilidad ya que deseamos presentarnos ante Él cómo mujeres virtuosas y santas. Él nos sostiene y nos proporciona las fuerzas para vencer.
En mi Libro Suegras para la Gloria de Dios las animo a que, “Mantengamos vivo en nosotras siempre las buenas noticias de que hemos sido amadas y perdonadas por un Dios Infinitamente Bondadoso, Santo, Creador del Universo, Todopoderoso, Omnisciente y Omnipotente. Estos son solo algunos de los atributos que describen la esencia del Dios al que pertenece nuestra vida. Me anima contemplar a Dios bajo estos atributos que definen su grandeza ya que inclinan mi corazón ante lo maravilloso e increíble de Su amor” (Libro Suegras para la Gloria de Dios, página 153).
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